rosamente el rumbo cuando fuera necesario. Con nuestro
ejemplo y la convicción de que esos son los valores que los
convertirán en hombres y mujeres de bien.
Como papás, nosotros aportamos nuestra materia prima,
pero nuestros hijos también aportan lo suyo. Nosotros
somos alfareros y ellos la mejor arcilla. Cada hijo tiene
características diferentes. Todos necesitan nuestro amor
y nuestra guía pero no todos lo necesitan de la misma
manera.Cada hijo es único y diferente de su hermano y
como papás tendremos que descubrir una forma de guiarlo a su medida.
Educar tiene una gran dosis de empatía, de ponerse en
el lugar del otro y entenderlo. Es ir descubriendo como
llegar a él, cuándo hablar, cómo preguntar. Educar es el
arte ayudar a cada uno de nuestros hijos a descubrir su
esencia y ser fiel a ella para ser feliz. Descubrir es ver lo
que estaba cubierto o tapado.
Es recordar cómo éramos nosotros a esa edad y ponernos
en ese lugar. Entender a un hijo no es consentirlo. No es
dejarlo hacer cualquier cosa. Hay que educar personas libres y responsables (no hay libertad sin responsabilidad).
Si educar es transmitir valores, costumbres y formas de
actuar quiere decir que debemos acompañar a nuestros
hijos a transitar un camino que tiene reglas de juego y
límites claros. Esos valores y costumbres, esos códigos de
conducta, esa cultura es lo que les permitirá insertarse
en la sociedad. Entonces podemos decir que educar tiene
que ver con el amor, con enseñar, con guiar, con poner
límites, con acompañar.
Pero por sobre todas las cosas educar tiene que ver con
disfrutar cada momento, cada desafío. Son muchos los
ingredientes de la aventura de ser padres.
Es una aventura maravillosa, diferente a las de los libros
y las películas. Es nuestra y de nuestros hijos. Es una
aventura en la que la única certeza es que amamos a esos
seres pequeños y no tan pequeños desde lo más profundo
del corazón con todos nuestros defectos y virtudes, y que
queremos llegar a construir una relación sana entre dos
adultos.
Después de todo coincido con mi papá “Educar es una
hermosa aventura”.
* Orientadora Familiar de la Universidad Austral, Licenciada en Marketing y madre de tres hijos. Ha trabajado en
el área comercial y de marketing de empresas de primera
línea y hace diez años trabaja en la problemática de las
empresas familiares en el IAE.
Es un proceso de vinculación
y concientización cultural, moral y conductual cuyo fin es la
socialización de los individuos de modo
progresivo a lo largo
de toda su vida.
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