ANTÁRTIDA EXTRATERRESTRE - EL INCREÍBLE CONTACTO DE ROSALÍA Antártida Extraterrestre | Page 43

ANDREA VICTORIA CANO transpiraba, era húmeda. Entonces no existe la moda, la competencia, en cambio los militares todos de uniformes, y para los entrenamientos tanto ella como los varones todos uniformados. Pareciera que se mostraron con ropa común para entrar en confianza y no generar rebeldía. Otra cosa que le sorprendió, fue que tenían grandes espacios con plantas y flores, los caminos estaban tapizados, como de láminas de plata u otro metal, no pisan la tierra de allí que llevaran sobre el buzo unas botitas del mismo material del buzo, pegadas al pie y a la pierna, pasando el tobillo. Por fuera había grandes estructuras más no edificios horizontales. Rosalía carecía de estudios mas no de conocimientos. Ahora que todo estaba aclarado y justificado Rosalía agradecía que le hayan reforzado el humor, así lo podía tomar con soda y digerir mejor. Pero eso sí, sí cumplían con la promesa que le hicieron donde no vale la credulidad que se pueda tener con la fe, ya que en esto y ante esto nada se puede hacer, aparte de llorar, tirarse al suelo, arrancarse el cabello o querer hablar con la pared, regresó Rosalía a su cruel realidad donde lo único que podía hacer era preguntar: "¿Por qué a mí?" y Ellos respondían: "Cuando llegue el momento, primero deberás cumplir la misión de entrenarte para la evacuación" Rosalía pensaba en ello y concluía que para haber una evacuación debería haber primero una hecatombe, y ahí ya no habían más respuestas por parte de Ellos, al menos la dejaban preguntar y no le borraban la memoria. De tanto hacerse conjeturas, preguntar y pensar, para al final llegar a la conclusión de ¿Por qué ella? una y mil veces, se hizo esa pregunta. Bueno, ya está tan clarito como el agua, esto fue por esto, esto otro por esto otro, y así iba formando el eslabón de la cadena que la llevó al candado y por ahora la llave la tenían Ellos. Para leer esto debemos ponernos más serios aun, porque esto es bien serio, aún así Rosalía lo comprendía todo, soportaba el chantaje y la extorsión. El tema es que hace cinco años que “Los Extras” se habían llevado a Felipe y el precio para devolverlo era que Rosalía debía contar 43