ANTÁRTIDA EXTRATERRESTRE - EL INCREÍBLE CONTACTO DE ROSALÍA Antártida Extraterrestre | Page 33

ANDREA VICTORIA CANO tiene los elementos vitamínicos que se necesitan para la subsistencia". En esa cocina donde estaban las neveras no había ningún tipo de vajilla, nada de nada, las neveras con las mismas puertas que las que conocemos normalmente, color metal, y las paredes, lo poco que quedaba descubierto estaba revestido de azulejos blancos o leche. Cuando Rosalía alzó la vista al cielo para seguir investigando, vio nuevamente el bus que andaba por el aire, a la altura donde estarían los cables de luz de cualquier calle de cualquier ciudad. (Lo que Rosalía vio fue el Andrómeda Gerat o Ovni en forma de cigarro o puro). “El Extra” que interiorizaba a Rosalía tenía un buzo negro, parecía piel de tiburón, porque transpiraba o era húmedo, contrariamente a las dos primeras veces que estuvieron en su casa que tenían saco y pantalón. Después de estas incursiones "depositaban" a Rosalía en su casa, lo de "depositar" era porque la alzaban en brazos y la dejaban en su cama, tardaba unos minutos para volver a tener el potencial de su cuerpo para poder manejarlo. Recién después que se cortaba la inmovilidad y lograba volver a la normalidad se ponía a llorar de la impotencia, de no poder tener la movilidad dinámica de su cuerpo para moverse, para poder saltar de la cama al ver que se iba y la dejaba, que angustia infinita, era una desesperación incontrolable. Rosalía ya no deseaba estar más ahí, después de ver y saber que existía otra realidad que no se asemejaba en nada a la de ella, sentía una paz indescriptible. Tal era su sensación de desamparo, una soledad que abarcaba todo su ser, un vacío de espacio, de tiempo, como si estuviese sola en este mundo ¿Por qué?, era una necesidad de ya no ser, de ya no estar, de ya no querer, como estar en un inmenso desierto, en un océano, de estirar los brazos y no percibir nada, como si la hubiesen vaciado por dentro, de estar hueca, de no saber qué hacer, ya que la habían sacado de su mundo o al menos el mundo que ella se había formado. 33