ANTÁRTIDA EXTRATERRESTRE - EL INCREÍBLE CONTACTO DE ROSALÍA Antártida Extraterrestre | Page 144
ANDREA VICTORIA CANO
Rosalía aclara que todo lo escrito aquí es porque los Extras se lo
ordenan, después todo es borrado de su memoria, queda desvinculada
del escrito, si quiere ella retrotraerse en la lectura debe remitirse al
internet donde ha subido estos relatos.
EL ENCLAUSTRO DE ROSALÍA
Corría el año 1967 cuándo Los Extraterrestres le sugirieron a Rosalía y a
Felipe encerrarse hasta que Ellos lo decidan. En ese entonces vivían en
el caserón de "Villa Diego", les dijeron que juntaran víveres pero estaban
a fin de julio y ya no había frutos. Debían poner una cadena con candado
por afuera de la casa para hacer parecer que se habían ido.
Se les fueron terminando los víveres, pero lo peor era el frío infernal, sin
fuego Agosto fue para morirse, llegaron a Septiembre un poco menos
frío pero sin poder tomar infusiones calientes, ya no aguantaban la
debilidad, Rosalía aún soportaba, pero Felipe comenzó a delirar, ella les
pedía por él, no quería que le pasase nada y así llegaron al primero de
Octubre, y les sugirieron salir, sabían la hora porque a las ocho de la
noche comenzaba la publicidad musical y barrial con parlantes. Al frente
vivían tres solteronas a las cuales debían pedirles café con leche y
decirles que iban a vender la casa.
Por supuesto al ver que eran dos esqueletos andantes las solteronas
alucinaron, les dijeron que se habían encerrado para pensar y decidir
qué harían con la casa. En parte algo de cierto era. Mientras estuvieron
encerrados Los Extras le trasmitían a Rosalía mensajes que debía
escribir al pie de la letra, debía escribir los sucesos que irían sucediendo:
Tendrían que recorrer varios puntos del país, les esperaba grandes
sucesos (Rosalía puso el Instituto donde tenía mil alumnos, lo del viaje
de Felipe a la Antártida...entre otros). Lo que luego lamentaron fue el no
haberse sacado fotos, ni se imaginaban el aspecto lamentable que
tenían.
Mientras estaban en el encierro una noche comienzan unos ruidos
infernales en el techo del caserón, Rosalía pensó que se trataban de
144