ANTÁRTIDA EXTRATERRESTRE - EL INCREÍBLE CONTACTO DE ROSALÍA Antártida Extraterrestre | Page 130

ANDREA VICTORIA CANO Rosalía por su alegría de haber encontrado la medallita empezó a saltar y cuando regresó su abuelastra le mostró lo que había encontrado, la abuelastra como poseída empezó a gritar: "Ladrona, ladrona". Cuando llegó su abuelo de trabajar a eso de las ocho de la noche, la abuelastra le mostraba el rosario de donde Rosalía le había extraído la medallita del Maestro Jesús, no es necesario detallar la paliza que recibió. El punto es que Rosalía siempre fue devota del Maestro Jesús. Ya en la actualidad estando en su casa de "Villa Diego", Rosalía estaba en el patio de "Porlant" que tenía una bajada hacía el fondo de unos 30 o 40 centímetros en forma de puentecito, lo cruzaba un alambrado que surcaba de un costado a otro el terreno de 17 metros de ancho por 50 de largo. Ella se encontraba sentada en un sillón de mimbre meciéndose, mientras miraba hacía el fondo vio una nube que se iba aproximando hasta llegar hasta el suelo, observó entonces con estupor que desciende alguien de la nube, ella cayó de rodillas y siente una mano que la toma del brazo y le dice: "Soy yo, tu Maestro Jesús, incorpórate hija mía" "Ven que te mostraré algo". Y la lleva hasta el puentecito y le señala el suelo mostrándole el fondo y dice: "Ves hija mía, dentro de poco todo quedará bajo las aguas, pero tú y tu hijo pueden quedarse en casa, nada les pasará" . Como llegó se fue la nube, Rosalía quedó absorta, confundida y desorientada. Cuándo Rosalía cayó al suelo se sintió infinitamente chiquita, insignificante ante esa inmensidad, y al caer vio que el Maestro Jesús tenía sandalias franciscanas, una túnica blanca hasta los pies como la misma nube, él como figura en las imágenes con perita y bigotes. Fue algo indescriptible, no hay palabras para definir la grandiosidad del hecho, se sintió y se siente incapacitada para dar testimonio o calificar el hecho. Al día siguiente fue un día común en la vida de Rosalía, Felipe se fue al Instituto y ella a las dos de la tarde salió a trabajar, a eso de las siete u ocho de la noche las noticias empiezan a anunciar que se había desbordado el Arroyo Saladillo. Tomaron el ómnibus de "Villa Diego" en la entonces plaza "Santa Rosa" y el chofer les dice que sería el último que saldría porque pronto 130