ANTÁRTIDA EXTRATERRESTRE - EL INCREÍBLE CONTACTO DE ROSALÍA Antártida Extraterrestre | Page 127
ANDREA VICTORIA CANO
joven se puso rojo", lo ayudó a juntar los papeles y le pidió disculpas por
su impertinencia y él le dice: "Me pidió la Señora que le preguntara
si quiere trabajar para ella y suplantarla cuándo sea necesario".
Rosalía se hubiese escapado ahí mismo, pero estaba con su "cuñadita".
El joven le da su tarjeta y sólo le dice que lo piense, le preguntó sus
datos, ella le informa que es casada, y le enseña a su hijo que andaba
ese día con ella (Felipe contaba con apenas 2 años), también le informa
su edad (18 años). El joven le agradece y se despide de ella dándole la
mano. Tan pronto se va, la gente comienza a salir y se le abalanza
encima: "Es Evita, es Evita", Rosalía salió escapando despavorida.
Cuando regresaron a la casa su suegro seguía durmiendo, o sea que no
se enteró de nada.
Mientras su marido estaba en el trabajo, Rosalía se puso a escribirle una
carta a "Evita" y en lo mejor de la misiva siente los pasos de su marido,
ella trató de esconder todo pero su cara la delataba. "¿Que te pasa,
que estabas haciendo?", ¿Estabas escribiéndole a quién?, ¿A
algún amor?" le dice.
Le revolvió el ropero y los muebles para buscar lo que Rosalía estaba
escondiendo, al final debió entregar el cuerpo del delito. Cuándo su
marido leyó la carta empezó a revolcarse en la cama de la risa, que
pensaría "que ingenua esta, como sí la mujer del presidente le fuera a
dar pelota", por supuesto que él no sabía que Rosalía se había
escapado con su hermana para ver a "Evita", si se enteraba la mataba.
La hermana de su esposo, a la que Rosalía se refería cariñosamente con
el termino de "cuñadita", tenía 14 años en ese entonces y falleció a los
18 años por la epidemia de la época y lo más insólito fue que el mismo
día en que falleció, ella también había muerto, "Evita" según dijo la
prensa en su momento, de cáncer.
En Rosario en el año 81 para las Elecciones el "Partido Peronista
Femenino" invita a Rosalía a una reunión, en un local dónde funcionaba
la academia de un árabe. La habían invitado muchas veces hasta que
Felipe le dice : "Andá, pero no les digás que al día siguiente
127