Antología 2013 | Page 26

Sí, es que así son los locos, son hermosos, tal vez no debí ser tan descortés…

Tanto hamacó su hamaca que se fue quedando dormida junto al fuego y las flores apoyadas en las cálidas palmas de su mano se dibujaron en la piel por varios días. Esos varios días resultaron muy importantes para ella.

Luego en la mercería, eligiendo puntillas -¿Sabe usted dónde vive?- Y comprando sus cerezas siguió la pesquisas.

Esta vez fue ella quien golpeó la puerta, él se sorprendió al verla a ella con el pastel y le dijo -Vine para que le ponga nombre, eso es lo que usted hace ¿no? - Y le contestó -Sí- Se sacó el sombrero y le dijo -¿Quiere casarse conmigo?- Ella le dijo que sí. Y desde ahí todo el pueblo lo siguió llamando así.

VIVIERON FELICES POR SIEMPRE