Antología 2013 | Page 22

De MITOS y de HÉROES

De Mitelman Cristian

Versión de Marcani Villca Severino

Había un hombre llamado Utmapihtim que era el único

mortal que pudo sobrevivir a la muerte . Gilgameh

había decidido ir a buscar y aprender los secretos de la vida eterna .Y al amanecer caminó una larga distancia . Y antes de llegar vio una enorme montaña, delante de la montaña había un portón. En la puerta había terribles criaturas mitad hombre y mitad escorpión. Utnapihtim le dijo que se había puesto en camino a fin conocer los secretos de la vida eterna. Gilgameh entró en un túnel, era muy frío y cada paso que daba se volvía más oscuro. Esa ruta parecía interminable. Un soplo de viento acarició su rostro, pues se encontró en medio de un jardín encantado. Cuando estaba contemplando tanta belleza del sol bajo el cielo, pidió que se le permitiera la entrada, pero la posadera cuyo nombre era Siduri abrió su puerta y le dijo “bienvenido”, y a continuación “nunca encontrarás lo que buscás”. Cuando los dioses crearon al hombre, le dieron la muerte por destino y se quedaron con la vida. Siduri le dijo “hay un océano donde encontrarás a Utnapihtim pero es el océano de la muerte, ningún hombre viviente ha navegado por él”. Gilgameh hizo lo que se le aconsejó. Hasta que encontró a Utnapihtim, él le reveló el secreto a Gigameh. “Has llegado a la Isla del Lejano del Horizonte”, le dijo. Era verdad lo que decían los escorpiones. Gilgameh dijo que había dormido seis días y siete noches. Utnapihtim le contó un secreto, le dijo “adentro del mar hay una planta que parece una estrella de mar”. Gilgameh se sumergió en las profundidades del mar y encontró la planta que se llamaba Jovenese Barba Gris. De pronto apareció en su espalda una serpiente, la planta se le escapó. Después lloró y se paró. Al fin volvió al pueblo de donde vino.