Ansuz Magazine Segundo Número. Diciembre 2014 | Page 15

de llevarlo al hospital pero él no perdonaba que lo sacáramos de la casa sin vestirse, así que después de cambiarlo los de la ambulancia nos ayudaron a bajarlo. Lo noté bastante nervioso, tal vez sabía lo que le deparaba, así que en el hospital comencé a cantarle todas las canciones que me cantaba mi mamá: Señora Santa Ana ¿por qué llora el niño?, por una manzana que se le ha perdido. Vamos a la huerta a cortarle dos )չ