Entonces el éxito del mexicano, por
motivo de su desempeño, mae
stría, compromiso y ese ir más allá
de los límites puede verse desde
dos puntos de vista: al seguir la
frase popular de “nadie es profeta
en su tierra”, que resulta algo de
terminante; o bien, es signo de que
es necesaria la unidad y el trabajo
colaborativo entre los mexicanos,
donde la sociedad esté libre de pre
juicios sobre el arte; arriesgar, in
novar, pensar son las acciones en
las que debemos concentrarnos.
Recordar que Cuarón y Lubezki tu
vieron una relación colaborativa y
hasta ahora se han dado los frutos.
una crítica sutil de la sociedad; sus
personajes se enfrentan a obstácu
los que los motivan a ser mejores,
a vivir y no desistir en este viaje.
En cada uno de sus proyectos
Cuarón se retó a sí mismo contin
uamente, porque para él el cine no
representa una nación o una idiosin
crasia, él concibe al filme en su es
encia, no contempla si proviene de
Hollywood o de México, o si tiene un
pequeño o gran presupuesto, tra
baja en lo que la historia requiere.
El cine trata de temas universales e
inherentes al ser humano. Alfonso
Cuarón toma esa postura de análi
sis de la humanidad, dentro de su
complejidad, tanto sus debilidades
y cualidades; retrata escenarios de
ficción pero con un toque de reali
dad que sorprendería si no fuera
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