“Lo más importante no es la
cámara, si no el ojo”.
Por: Selene López
¿Qué necesita una persona para
poder considerarse fotógrafo?
¿Tener una cámara réflex, un celu
lar con cámara de buena resolución,
estudiar fotografía en las mejores
escuelas del país o del mundo? Para
esto hay que tomar en cuenta que
existe una gran diferencia entre un
aficionado a la fotografía y un fo
tógrafo. No obstante, en estos ti
empos llenos de tecnología relacio
nada con videojuegos, smartphones
y redes sociales las imágenes se han
vuelto parte de la vida virtual, ya
que compartimos y reblogueamos
aquellas que expresan lo que pens
amos y sentimos sin preocuparnos
sobre quién es el autor de las mis
mas, por lo que al ponerlas en nues
tro Facebook, Tumblr, Instagram
entre otras redes sociales, que em
plean más el lenguaje visual que es
crito, las convertimos en propias.
Para un fotógrafo al igual que para
cualquier otro artista, el internet se
ha convertido en una plataforma
para darse a conocer en el mundo
“virtual”. Todo aquel que tenga acce
so a la red puede contemplar miles
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Alfred Eisenstaedt
de obras y proyectos artísticos,
los cuales ya han sido exhibidos
en galerías y museos del mundo
“real” y que a su vez son mostrados
en redes sociales y páginas web.
Otra de las ventajas que se tiene
con la web son los recorridos vir
tuales de Google ya sea en mu
seos por Google Art Project o por
los que se dan alrededor del mun
do en el Google Street View y que
podemos observar desde nuestra
computadora. Tal y como lo hizo
el artista canadiense Jon Rafman
quien decidió tomar fotografías
de las ya antes capturadas por las
cámaras del convoy de Google, y
como resultado logró un proyecto
fotográfico, exposiciones y el libro
The Nine Eyes of Google Street
View, nombrado así por los nueve
lentes que las cámaras solían uti
lizar para sus panorámicas y que
ahora son seis. Lo más interesante
del proyecto, que Rafman empezó
desde el 2007, es el proceso de