andar por ahí | martin patricio barrios ago. 2012 | Page 54

Hay veces en que la forma es salir y buscarlo. Ir a los bordes del mundo, a los bordes de las almas, a los bordes de cualquier cosa y ver qué es lo que espera por mí. Hay veces en las que miro el fondo. Hay veces en las que escupo para arriba. Hay veces en que me miro absorto al espejo y me digo: ya lo sabía. Ya lo sé. Me miro la cara un poco desencajada y sé que ya lo sabía. Todo. Y me miro al espejo y me veo un poco asombrado, un poco desilusionado. No hay secretos, no hay misterios en las cosas. Nada más están las cosas poniendo sus obstáculos, difíciles, caprichosos, ingeniosos o ridículos. Me miro al espejo y sé que es de idiotas tratar de evitar lo inevitable. Yo ya lo sé. Antes de saber que debía saberlo. A veces me asusta la certeza. G se murió dos días después de que yo preguntase si se había muerto y hacía un año que no me acordaba de él. Y así siempre. Ya no necesito mirarte a los ojos para saber algo. Sé si es cierto o es verdad, sé si no es verdad ni cierto, sé lo que te está pasando, no ahora, desde antes de conocerte. Y no me da miedo lo que sé, saberlo. Un día el tano O me dijo, mejor dicho, me escribió: El amor de F, exploralo, ¿por qué no? Nadie entendió nunca nada de eso...dénse la chance. Y yo le contesté: ah, si, explorar el amor de F es incluso más apasionante de lo que habrá sido para Marco Polo la China o para Aguirre la amazonia. Pero no se trata de eso, se trata de poder dejarme amar y dejarme a mí mismo amar a alguien. Hay veces en que creo que algo espera por mí. Hay veces en que creo que ese algo está en el fondo de los ojos de F. Si van a hablar de mí, que digan que soy uno, que sabiendo las consecuencias, fue a buscar su destino en el fondo de los ojos de F, uno que fue al fondo de los ojos de F para encontrarse con ella. ..yo te puedo esperar toda la vida, pero ahora no tengo tiempo...