andar por ahí | martin patricio barrios ago. 2012 | Page 17

el Peter Pan, o el mismo yo mismo que se fue por ahí y no volvió porque de verdad no vale la pena volver a ninguna parte, si es que es posible semejante cosa. Hay quienes ven la vida como una sucesión de hechos ya sucedidos y casi seguro los deben añorar porque ya han sucedido y tal vez crean en la evolución. A mi me pasó que sigo enamorado de mi novia de séptimo grado y de la panadera gordita de aquel pueblo cerca de 4 caminos y de una vendedora de naranjas que se llamaba Awa, cerca del Sahel me enamoré de Awa y en la esquina de acá, me enamoré también , de todas y como me enamoré de todas, me muero de dolor por todas, todas juntas, todo el tiempo y sin embargo sé que alguien debe estar en algún lugar de la China o de Georgia o de Burzaco y ahí voy a buscar todo el tiempo. ¿Cuántas vidas tenemos, Poyo? ¿Cuántos segundos pasaron desde que asomamos la cabeza violeta y nos dejamos quemar los pulmones? ¿Habrá pasado así? O siempre fue que estamos desde siempre, sin entender muy bien qué cosa será ser grande, qué cosa será haber crecido o si dios no serán los amigos que se emborrachaban conmigo en esos lugares que, se diría, no fueron hechos para ser visitados por los dioses. Lalibela, Etiopía, 2011. 13