El alcalde de las
Álvaro Alonso
A diferencia de otros funcionarios, un alcalde tiene una personalidad jurídica plena según la Constitución Española. Esto indica que un edil tiene que ser al-guien objetivo, responsable con su car-go, con unas obligaciones y que respe-te en todo momento las decisiones de sus ciudadanos. F. Javier León de la Riva, alcalde de Valladolid, se salta todas las reglas a la primera oportunidad. No so-lo opina de cualquier manera, sino que la indiscreción a la hora de realizar unas declaraciones ya sean de índole políti-ca o social suele ser su firma personal.
Es cierto que vive por y para Valla-dolid, de lo que siempre presume, pero muchas veces se le olvida que también lo hace para sus ciudadanos. Son mu-chos los despropósitos. Desde arreglar la playa de las Moreras y posterior-mente impedir la celebración de la no-che de San Juan (año 2000), hasta la entrega de viviendas de protección ofi-cial de extraña manera (dos pisos fue-ron facilitados a familiares, uno de ellos su hijo). Pero aún hay más, en el 2008 se consideró la remodelación de su do-micilio del Edificio Caja Duero como al-go ilegal y le obligaron a rectificar las obras y demolerlas.
Además no habría que olvidar todo ti-po de declaraciones en contra de la mu-jer, actores, políticos y sobre todo ciudadanos. Siempre haciendo refe-rencia al machismo, sexismo, ideolo-gía… de una manera despectiva y poco acertada. Al detenerse en uno de estos sectores, el 15-M, el alcalde no se que-da corto. Desde la formación de su mo-vimiento han sido muchas sus pero-grulladas, incluso llegó a insinuar que detrás de las acampadas y moviliza-ciones del 15-M únicamente se hacían con el propósito de boicotear las elec-ciones municipales y autonómicas del 22 de mayo del 2011.
Pero no fue así. Pasado este periodo electoral, la acampada de la Plaza Fuen-te Dorada permaneció más activa que
lamentaciones
nunca, al igual que otras muchas del resto de España. Apenas un mes des-pués el alcalde amenazaba diciendo que tenía los nombres y apellidos de la gente que acampaba, lo que constituía una flagrante intimidación, algo total-mente antidemocrático.
En respuesta a las declaraciones inti-midatorias del alcalde, el 15-M Valla-dolid hizo pública una lista con la iden-tidad completa de los impulsores y par-ticipantes de la protesta, para reafirmar así su transparencia y enfrentarse sin mie-do al edil.
A punto de celebrarse el segundo ani-versario del comienzo del 15-M, se es-peran nuevas movilizaciones en vista de la situación económica que está pre-sente ahora en España y el gran des-contento social que esto conlleva.
Este acto no sólo será una manifes-tación que intentará mostrar en las ca-lles la necesidad de un cambio profun-do, sino que se están organizando mul-titud de acciones durante todo el mes de mayo.
Sólo cabe esperar que De la Riva no boicotee este año los actos previstos como hizo en anteriores ocasiones. El año pasado al tiempo que los manifes-tantes legales recorrían la ciudad, él celebraba en la Plaza Fuente Dorada de Valladolid un recital de la Tuna de De-recho de la Universidad, con lo que se solapaba de manera intencionada la manifestación, porque los decibelios del recital tapaban las proclamas de los ciudadanos que querían que su voz se oyera.
Otro día repitió lo mismo con una asamblea legalizada, programando él una actuación de jotas en el mismo si-tio.
Aunque las comparaciones son odio-sas, este mismo sistema disuasorio lo utilizaba Franco en su día cuando se celebraba el 1 de Mayo, día del trabajo. El Régimen contraprogramaba los actos sindicales con celebraciones deporti-
18