Reportaje
chado en otras manifestaciones: «No es una crisis es una estafa», «Lo lla-man democracia y no lo es» o «El pró-ximo parado que sea un diputado».
A su paso por las diferentes sucur-sales bancarias, situadas a ambos la-dos del recorrido, se colocaron unas pegatinas con el dibujo de una moñiga pixelada y sonriente. Se pedía de esta forma la expropiación de todos los bancos y cajas de ahorros.
Antes de entrar en Fuente Dorada, uno de los integrantes del grupo de comunicación del 15M declaró: «Dos añitos. Nos daban por muertos. Y aquí estamos». Asimismo se reflexionó so-bre el número mayor o menor de asis-tentes y se coreó esta acción al grito de: «Cada día somos más». A conti-nuación se comentó la amplitud que había logrado el 15-M en estos dos úl-timos años. Se hizo referencia y agra-deció de esta manera a las diferentes asambleas de barrio y localidades, así como a las mareas y plataformas que integran el Movimiento.
Una vez en Fuente Dorada, se pro-cedió a la lectura del manifiesto. En él, se destacó la importancia de tener una democracia abierta y participa-tiva, algo que debe ser tanto un dere-cho como una obligación de todos los países del mundo. El documento tam-bién hacía alusión a la importancia que tienen los ciudadanos a ser perso-nas libres que puedan manifestarse y poder de esta forma recuperar la vida que les han roban los supuestos due-ños de la economía. Como conclusión, se indicó que el pueblo no tiene soberanía cuando no puede controlar los recursos materiales y naturales de
los que dispone para poder vivir en libertad, porque de tal modo la pala-bra se ve secuestrada en una papeleta electoral cada cuatro años.
Después de la lectura, que fue aplau-dida por todos los allí presentes, se dio respuesta a los intentos de crimi-nalización del 15-M, sobre el que pe-san multas por más de 6.000 euros, impuestas en Valladolid y en Madrid y para cuyo pago siguió la venta de ca-misetas, chapas y recogida de dona-tivos.
Los organizadores del 15-M expre-saron que desde el primer día no han protagonizado ningún acto violento y que sin embargo, en Valladolid se les han impuesto varias multas con un valor de 300 euros «por cosas tan ridículas como cortar el tráfico en la calle Teresa Gil, ¡qué es peatonal!» o pegar carteles o lanzar abucheos con-tra la autoridad.
Después vendría la música de Ma-naya, Teo Vargas, Repuestox y Band of Missing. Como una fiesta popular que se precie, está terminó con una choco-latada y el deseo de que para el pró-ximo año la lucha siga y se pueda celebrar un aniversario similar al acontecido y a ser posible con una ma-yor colaboración y presencia.
En esta ocasión no hubo ninguna acampada, pero en recuerdo de los compañeros de aquel 15 de mayo del 2011, una tienda de campaña perma-neció toda la noche encima de una marquesina de autobuses, para ho-menajear a los anteriores manifes-tantes que con tanta ilusión comen-zaron esta interesante andadura hace dos años.
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