10 cuentos clásicos de navidad vol. I | Page 29

Y para colmo de desdichas, cuando estuvo curada…, me quería, me quería con delirio la muy… Pero se puso delgada como un gato hambriento. Y me paso el día huyendo de la maldita, que parece un esqueleto, y me aguarda en las calles, se esconde para verme pasar, me detiene de noche cuando salgo, para besarme la mano, me aburre y me vuelve loco. Ya sabéis por qué no celebraré nunca la Nochebuena.» !29