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Los partidarios de la llamada medicina de antienvejecimiento afirman que ahora es posible aminorar, parar, o revertir el envejecimiento a través de intervenciones médicas y científicas. Afirmaciones como estas, han aparecido desde hace miles de años, y son tan falsas como en el pasado. Las medidas preventivas son parte importante de la salud pública y medicina geriátrica, y la adherencia cuidadosa a las recomendaciones de nutrición, ejercicio y supresión del tabaquismo, pueden aumentar las posibilidades de vivir una vida larga y saludable, aunque los cambios de estilo de vida basados en estas precauciones no afectan los procesos de envejecimiento.

Las afirmaciones más dramáticas hechas por quienes abogan por la medicina de antienvejecimiento en la forma de drogas específicas, cócteles de vitaminas o mezclas esotéricas de hormonas, lamentablemente no están apoyadas por evidencias científicas, y la conclusión es que estas afirmaciones son intencionalmente falsas, confusas o exageradas por razones comerciales.

La comercialización mal encaminada y la aceptación pública de la medicina de antienvejecimiento no es sólo un desperdicio de dinero de salud; también ha hecho mucho más difícil informar al público acerca de la legítima investigación científica del envejecimiento y la enfermedad.

Las intervenciones médicas para enfermedades relacionadas con la edad tienen como resultado un aumento en la expectativa de vida, pero ninguna ha podido modificar los procesos fundamentales del envejecimiento.

El uso de cosméticos, la cirugía cosmética, tintes para el cabello y medios semejantes para encubrir las manifestaciones de envejecimiento, pueden ser efectivos para enmascarar los cambios de la edad, pero no aminoran, detienen ni revierten el envejecimiento.

En el presente no hay tal cosa como una intervención de antienvejecimiento.

LA MEDICINA DE ANTIENVEJECIMIENTO

"Las intervenciones médicas para enfermedades relacionadas con la edad tienen como resultado un aumento en la expectativa de vida"

Verdades y no verdades antienvejeciemientop

A. Lajo

Estética&Belleza